
Al cielo su mirada clamando por ayuda al viento, al fuego y la tierra. Sin entender por qué sus hermanos se habían infundado en ese fanatismo invidente. Imponiéndole juicios y malversando su esencia. Vieron lo que quisieron y hablaron de lo conveniente. Pudo haber convertido los mares en vino, brandi o wiski. Levantar a todos sus muertos e incluso hacer brotar fruto de los troncos secos. No quería fanáticos. Necesitaba urgente su amor, el mismo que por ellos guardaba y ahora brotaba por la herida de su costado izquierdo. Quiso entenderlos pero no le fue posible a pesar de sus semejanzas. Al cielo su mirada en suplicas para que no los dejara convertirse en su propio cáncer, su ilimitada sabiduría en una epifanía le confesó que no estaba en sus manos salvar a quienes constantemente regurgitan sus propios conceptos. << Llegó a pensar en pedir ayuda directamente a él ¿Padre por qué me has abandonado? no valía la pena, ya se les había hecho demasiado tarde a sus hermanos.>>
Al
cielo su mirada delirante le advirtió el estremecimiento de todo. Desde el cielo
los relámpagos irrumpían en precipitaciones kamikazes chocando contra el suelo en magnificas
explosiones. La tierra desacomodada en sus terremotos abrió sus fauces
engulléndose a todos en una escandalosa gula. El agua en todas sus
presentaciones en un ácido vinagroso se convirtió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario